lunes, 3 de junio de 2013

Recuerdos

Solemos tomar fotos, hacer vídeos, guardar objetos...todo con la única intención de, al volver a verlos, recordar esos momentos.

Sin embargo, olvidamos que la mayoría de nuestros recuerdos se hallan en un lugar en que , si son preciados, se mantendrán intactos durante años: nuestra mente.
Mas, parece ser que, algunos de esos recuerdo se albergan en el corazón, y lo oprimen (o lo ensanchan).

Podemos creer haber olvidado cualquier sentimiento, haberlo asumido y superado; pero irremediablemente, en cualquier momento, cualquier cosa puede hacer que afloren llegando a producir que las lágrimas rebosen nuestros ojos.

Da igual si aquellos recuerdos son maravillosos, si las personas con quien los viviste ya no se encuentra contigo te harán llorar.

Paradójico, ¿no creen?
Los mismos recuerdos que pueden sacarnos una sonrisa, pueden hacer que nuestros ojos se llenen de lágrimas: solo y simplemente por la ausencia de esa persona.

Tal vez, en algún momento, pudiéramos pensar que estaríamos mejor sin esos recuerdos; no obstante, meditando un poco, nos daremos cuenta que son demasiado preciado para olvidarlos, algunos. Ya que nos muestran ese maravilloso tiempo que vivimos.

Hablo, claramente, de un tipo de recuerdos, pues hay otros más obscuros que quisiéramos hacer todo lo posible porque desaparecieran y que, ciertamente, estaríamos mejor sin ellos.

Resulta un tanto extraño que una de las cosas que más daño puede causarnos yazca en nuestro interior, al igual que aquellas que pueden aliviarnos.



martes, 21 de mayo de 2013

Cielo Nocturno

La siguiente imagen que podrán ver, seguramente, la habrán visto antes.







Se trata de la cuidad de San Francisco (derechos de autor de la foto a su respectivo autor) y así es como se vería si no hubiera electricidad en ninguna parte de la ciudad. 
¿No sería maravilloso poder contemplar un cielo así?
No pretendo decir con esto que deberíamos apagar las luces y dejarlo todo a oscuras para poderlo ver; ni mucho menos. Hemos trabajado muchos durante años para poder tener los avances que tenemos hoy día, y seguimos avanzando; sin embargo parece que hemos olvidado que la tierra que ocupamos no nos pertenece.
Siglos atrás, buscábamos respuestas en la inmensidad del cielo. Hallando, cuando la obscuridad lo dominaba,  algunas (inventadas) soluciones que dieron lugar a increíbles historias que forman parte de nuestra cultura.
Los avances nos están cegando, no nos percatamos de que vivimos rodeados de maravillas que cualquiera podría disfrutar y que, lamentablemente, estamos perdiendo e ignorando.
 Es muy triste que algo tan grandioso como es el firmamento quede oculto tras una capa de luz.
Simplemente hacer llegar un mensaje de que avanzar está bien pero sin olvidar lo que nos rodea.