jueves, 6 de marzo de 2014

Un 23-F político

Hace ya algunos días, más bien un par de semanas, que Salvados emitió un programa sobre el 23-F que ha levantado polémica. Jordi Évole, presentador del programa, ha levantado bastante polémica pues parece que tratar la historia como la hizo él ha suscitado más que nada indignación por parte de muchos.
Creando así dos bandos (como cada vez que realizamos una acción): quienes reían la broma del periodista y quienes la han considerado de mal gusto.
Quizás porque algo como el fue el intento de golpe de estado no puede tomarse a broma o así lo ven quienes tachan de inapropiada la broma.

Habrá, seguramente, alguien amante de las teorías conspiratorias que con toda esta inocentada haya acabado tomándoselo en serio (pese a que se dijo que todo era falso) y quizás el simple hecho de verlo en televisión ha sido lo que le habrá dado una falsa veracidad.

En este mundo actual de información inmediata tendemos a creer verídico todo lo que sale por televisión, algún otro medio informativo o, últimamente y aunque en menor media, las redes sociales.


Todo fue puro sensacionalismo, el pequeño solo se había separado del grupo con el que viajaba.


Meses antes de esta imagen vi esta otra(la imagen que hay sobre estas líneas), donde un niño dormía entre las tumbas de sus padres fallecidos, una mentira también; poco después el propio autor de la foto (o así tengo entendido) anunció que era un fake y que solo lo hizo para demostrar lo crédulos que podemos llegar a ser.

Es cierto que lo de Évole puede crear indignación, ya que demuestra hasta que punto la información que creemos saber puede tambalearse.

 (Ninguna de las fotos usadas me pertenecen)