martes, 28 de octubre de 2014

Reseña de "La ladrona de libros"



A decir verdad, desde un principio no me llamó mucho la atención este libro; sin embargo, no soy capaz de negarme a leer cualquier libro que me regalen y por ese mismo motivo comencé a leerlo.
Lo primero que me llamó la atención fue la singular narradora de esta historia, la Muerte, quizá más la perspectiva que se le daba al lector de la misma. Un ente, una sombra que te acompaña permanentemente, que no interviene en tus actos, simplemente está ahí y solo hace acto de presencia cuando debe.

La narración es bastante ligera, te adentra en el libro sin darte cuenta, las descripciones son amenas pero no por ello escasas o malas, es fácil llegar a imaginarse todos los lugares. No he leído muchos libros sobre la segunda guerra mundial o el holocausto nazi pero no esperen que este libro narre horrores de esa época, que los hay; no obstante, lo hace desde la perspectiva de una familia alemana durante la guerra. Pese a que no se trate de una familia normal tal y como quieren aparentar pues en su pequeño sótano esconden a un judío. Si alguno de ustedes a leído "El diario de Ana Frank" vean en este libro la historia contada desde fuera. Desde el punto de vista de una niña que no entiende de política ni los motivos por lo que se llevaron a cabo la guerra o por qué los judíos eran tratados así.

Los personajes son, simplemente, maravillosos, a su manera. La pequeña Liesel, protagonista, que demuestra una gran pasión por la lectura, intrépida y valiente. Rosa, la eterna gruñona pero, en el fondo, de buen corazón. Hans, el bonachón músico en desacuerdo con la política de Hitler. Rudy, vecino y mejor amigo de nuestra protagonista o Max, judío asustado y escondido que creará un lazo especial con Liesel.
Y, si se pregunta de quien recibe nuestra protagonista el nombre que ha dado título al libro, solo puedo recomendarles que lo lean. Deleitándose no solo con la historia también con más personajes de los que he mencionado y marcan de un modo u otro la historia.

Volviendo al tema de nuestra narradora, por su condición de Muerte, es posible que a algunos lectores les pueda molesta que adelante pequeños detalles, no ha sido mi caso; pues a mí, me hacía leer con más pasión e intriga para llegar a conocer la situación exacta y el momento.

Sinceramente, pocos libros han sido capaz de emocionarme tal y como lo ha hecho "La ladrona de libros", si llegan al final , y espero que lo hagan, tenga a mano algún pañuelo tal vez lo necesiten.

De igual modo que alabo tanto el libro, pues me ha parecido genial, he de decir que la película me decepcionó bastante. No por el hecho de que esté basada en el libro, sino porque no le era fiel al mismo y, algunas de las cosas más significativas que podías encontrar, detalles importantes para la trama vienen equivocados (en su mayoría) en la película. Aunque por otro lado, la caracterización de personajes, a mi parecer fue correcta y, por ello, no me llevo un mal sabor de boca completo del filme.

"Quise decirle muchas cosas a la ladrona de libros, sobre la belleza y la crueldad, pero ¿qué podía contarle sobre todo eso que ella no supiera? Quise explicarle que no dejo de sobreestimar e infravalorar a la raza humana, que pocas veces me limito únicamente a valoraría. Quise preguntarle cómo un mismo hecho puede ser espléndido y terrible a la vez, y una misma palabra, dura y sublime. Sin embargo, no abrí la boca. Sólo conseguí hablar para confiarle a Liesel Meminger la única verdad que hago mía. Se lo dije a la ladrona de libros, y ahora te lo digo a ti." >>Este ha sido uno de mi fragmentos preferidos en el libro.

jueves, 3 de abril de 2014

Breve reflexión sobre la muerte

Los días pasan aburridos, monótonos, rutinarios. Sin embargo, parece que no nos percatamos del que reloj avanza sin pedirnos permiso.  Y sin darnos cuenta la estela de la muerte nos visita.

La muerte, algo natural, perteneciente al ciclo de la vida. Todo ser vivo nace, se reproduce y muerte. Es algo que nos enseñan desde pequeños en la escuela.

Aprendemos, mas bien nos enseñan que un nacimiento es motivo de alegría y gozo. En cierto modo, a enfrentarnos a ese momento; también, nos preparan para ese momento íntimo pero nadie nos enseña como enfrentarnos a la muerte. No digo quiero decir con  enfrentar  a intentar huir de ella, sino a saber aceptarla como parte de la vida.
Porque no desconocemos cuando puede llegar ese momento en que tengamos que decir adiós o seamos nosotros mismos quienes debamos despedirnos.

La vida, la muerte, pueden ser como una vela: que lentamente se va consumiendo, poco a poco hasta extinguirse finalmente su llama o apagarse de repente.

Y en ese último caso , ¿qué hacemos? Nadie nos ha enseñado como debemos enfrentarla solo el tiempo, sabio y a veces traicionero, lo hace. Cierra esa herida de la única manera que sabe: avanzando.


Difícil lección pero fácil de aprender.

jueves, 6 de marzo de 2014

Un 23-F político

Hace ya algunos días, más bien un par de semanas, que Salvados emitió un programa sobre el 23-F que ha levantado polémica. Jordi Évole, presentador del programa, ha levantado bastante polémica pues parece que tratar la historia como la hizo él ha suscitado más que nada indignación por parte de muchos.
Creando así dos bandos (como cada vez que realizamos una acción): quienes reían la broma del periodista y quienes la han considerado de mal gusto.
Quizás porque algo como el fue el intento de golpe de estado no puede tomarse a broma o así lo ven quienes tachan de inapropiada la broma.

Habrá, seguramente, alguien amante de las teorías conspiratorias que con toda esta inocentada haya acabado tomándoselo en serio (pese a que se dijo que todo era falso) y quizás el simple hecho de verlo en televisión ha sido lo que le habrá dado una falsa veracidad.

En este mundo actual de información inmediata tendemos a creer verídico todo lo que sale por televisión, algún otro medio informativo o, últimamente y aunque en menor media, las redes sociales.


Todo fue puro sensacionalismo, el pequeño solo se había separado del grupo con el que viajaba.


Meses antes de esta imagen vi esta otra(la imagen que hay sobre estas líneas), donde un niño dormía entre las tumbas de sus padres fallecidos, una mentira también; poco después el propio autor de la foto (o así tengo entendido) anunció que era un fake y que solo lo hizo para demostrar lo crédulos que podemos llegar a ser.

Es cierto que lo de Évole puede crear indignación, ya que demuestra hasta que punto la información que creemos saber puede tambalearse.

 (Ninguna de las fotos usadas me pertenecen)

viernes, 7 de febrero de 2014

¿Dinero o felicidad?

Mi profesor de lengua repartió un texto periodístico de Juan Tallon, dicho texto me ha parecido interesante (por si alguien más lo quiere leer se trata de "En Pelotas") pues da una muy buena visión sobre ese dicho tan popular de :"el dinero no trae la felicidad".  Al menos bajo mi punto de vista, concuerdo en su idea sobre el trabajo. Si dependemos de una paga, estamos subordinados a las órdenes de una persona que puede ser o no de nuestro agrado; nada más gratificante que hacer algo por gusto propio aunque no te lleves ni un céntimo por ello. Sin ir más lejos, que hay de ese sentimiento de felicidad, bienestar que sentimos en una tarde entre risas rodeados de nuestros amigos o de ese momento en que tras corres por la arena ardiendo llegamos al agua (creo que esta metáfora queda mejor en verano). Vale, puede que estas sean cosas por las que no necesitamos que nos paguen, pequeños placeres de la vida que disfrutamos; pero al fin y al cabo no necesitamos dinero para ello, momentos de felicidad en las que el dinero no es necesario.
Que me dicen de ese día en que hicimos de canguro para un familiar/ amigo de nuestro padre y por el que no recibimos nada a cambio. Esos momentos donde se ponía más que a prueba nuestra paciencia y, al final, lo únicos que obteníamos era la risa del pequeño, ¿no era gratificante? Escucharle reír y saber que ha sido por ti.
 Vale, no quiero ponerme ñoña con cosas como estas, el texto puede aportar una visión mucho más profunda, ¿cómo qué? Quizás que el mayor objetivo de cualquier joven es conseguir un trabajo en el que le paguen una cuantiosa cantidad de dinero para poder tener una casa grande, con piscina tal vez. ¿No les parece triste? Es decir, que la meta de, casi, cualquier joven sea ganar dinero para vivir lujosamente. 
¿Dónde queda la ambición de ser libre y poder hacer lo que quiera?
 Viajar sin estar atados a una casa, por ejemplo. ¿No reside ahí también ahí la felicidad?
Si bien es cierto que el texto se centra en trabajos no remunerados y esto último que he comentado, necesariamente ha de ir acompañado del dinero para poder subsistir, vengo a hacer referencia que cuando alguien piensa en un trabajo, piensa en alguno donde le puedan pagar bien, no aquel que pueda disfrutar o le vaya a traer felicidad.
Tampoco quisiera que vayan a tacharme de cínica por comentar que hay que trabajar sin que nos paguen que ello trae la felicidad, pues como están las cosas últimamente conseguir un salario y un trabajo estable tiene, ahora, un mérito enorme.